Hellboy: Semilla de Destrucción es el arco debut del investigador paranormal en los cómics. Ya en 1993 había nacido la idea del personaje, con algunos bocetos y un par de historias cortas de cuatro páginas en San Diego Comic-Con de ese año. Pero no fue hasta 1994, año en el que Hellboy debuta oficialmente en la editorial Dark Horse Comics con una historia de cuatro números recopiladas bajo el nombre de Hellboy: Semilla de Destrucción.
Esta historia ganó dos Premios Eisner a mejor obra y mejor artista para su creador Mike Mignola. En este arco Mignola es acompañado de John Byrne en el guion y Mark Chiarello en los colores. Juntos sitúan al lector en un mundo inquietante que involucra a magos, nazis y criaturas extrañas con orígenes poco precisos.
Trama de Hellboy: Semilla de Destrucción
Esencialmente Semilla de Destrucción es una introducción de Hellboy y al resto de personajes que veremos en posteriores historias. Así que con esta historia obtendremos más preguntas que respuestas. Mignola, Byrne y Chiarello dan vida a estos individuos e inspiran al lector a continuar sus aventuras con ellos.

Mignola crea un mundo y varios conceptos que está dispuesto a explorar en posteriores entregas. La historia comienza en 1944 con un plan sobrenatural nazi llamado Proyecto Ragna Rok, que concluye con el nacimiento de Hellboy. El tiempo avanza cincuenta años, con Hellboy ahora trabajando para la Oficina de Investigación y Defensa Paranormal (o B.P.R.D. para abreviar) que junto con sus compañeros Abe Sapien y Elizabeth Sherman resuelven misterios muy extraños.

El asesinato de un “familiar” de Hellboy, lo llevará junto a su equipo a la mansión Cavendish, donde existe una maldición y una venidera amenaza de la cual es culpable un misterioso personaje, que afirma tener relación alguna con Hellboy y conoce muchas cosas sobre su origen.
La historia se desarrolla a un ritmo rápido y suave. Existe abundancia de diálogos y narración en primera persona. Esta última parte es esencial ya que es la manera como Hellboy contará un poco de su origen y el de Elizabeth Sherman.
Las diferentes voces de los personajes en estas escenas rápidas son distintas y la historia fluye de una escena a otra sin sacudir al lector. Esto puede parecer un relato sencillo, pero la facilidad con la que está escrita oculta el hecho de que hay que prestar mucha atención a ella para comprender mejor y disfrutar de lo que sucederá más adelante en el cómic. Esta simplicidad engañosa combina perfectamente con el arte de Mignola.
Ilustraciones
El arte de Mignola es audaz y único, su simplicidad suma a la atmósfera estéril y misteriosa de la historia. Junto con el colorista Mark Chiarello, entrelazan lo real y lo sobrenatural de manera poderosa.

Una historia con un ser tan poderoso como Hellboy no estaría completa sin escenas de lucha. Mignola emplea sombras de gran efecto en estas escenas, lo que las hace más peligrosas. La violencia, como el resto de los sucesos del cómic, está empapada de sombras y colores oscuros y apagados. Debido a la escritura y a la técnica artística, «Semilla de Destrucción» es una miniserie que destila un misterio inquietante.
Conclusión
Finalmente, Hellboy: Semilla de Destrucción tiene una abundancia de imaginación y atención a los detalles en el arte y la historia. Es una introducción de un carácter distinto y un mundo único que está desbordando con posibilidades infinitas. Mignola, Byrne y Chiarello crean una introducción perfecta de Hellboy, sus misteriosos alrededores y las preguntas sin respuesta que rodean su origen. El mundo de Hellboy es un mundo de diversión y uno que cualquier lector sería negligente al no sumergirse en los pies por delante.